El regreso de los humanos a la Luna después de más de medio siglo está previsto para 2026, y ya empieza a haber preocupación por lo que se puede llevar al satélite. Los vuelos comerciales llegan ahora cada pocas semanas y todo lo que se envía a la superficie lunar se queda allí. Los indios navajos se han quejado por los vuelos comerciales que organizan entierros en un mundo que ellos consideran sagrado, aunque la primera misión con cenizas humanas fracasó y los restos se desintegraron en la atmósfera terrestre. Hace unos años, un proyecto privado estadounidense llevó animales y ADN de varias personas a bordo de una sonda israelí sin avisar a los responsables del vuelo.
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